Uno de los problemas políticos más graves hoy en día en
México, es la corrupción y los malos manejos políticos. El desempleo, el narcotráfico,
la delincuencia organizada, la crisis económica derivan de esos problemas. Eso de
lo que nos hemos quejado desde el siglo pasado ha marcado gran parte de nuestra
historia como mexicanos.
Durante el siglo XX fuimos gobernados por el partido central,
el PRI, que en un principio respondía a la necesidad de estabilidad política y
resolución de los problemas de la sucesión presidencial en cada sexenio. No
obstante el poder otorgado por el pueblo al partido central fue creciendo con
el tiempo y afianzándose más con la ayuda de los sindicatos y otros gremios que
también participaban. La reforma agraria no llegó a cumplir los objetivos
propuestos en nombre de la Revolución de 1910. Desaparecieron muchos
sindicatos, empresas del Estado y con ellas mucha gente de la cual no se supo
nada. Las izquierdas fueron dejando de lado los ideales, buscaban poder para
sí. La disidencia de algunos se castigaba con la cárcel, se crearon leyes que
ayudaban al gobierno a deshacerse de sus enemigos.
El narcotráfico fue creciendo, y la mano de obra barata
emigrando hacia Estado Unidos sin protección ni garantía. Hoy en día los
migrantes que habían trabajado bajo la autorización del estado, siguen
reclamando sus ahorros trabajados, que alguien robó sin miramiento cubriéndose en
su investidura política. Hoy las fronteras son presas del narco, de los
saqueos, las injusticias, los homicidios.
Durante el año de 1968, el presidente en turno acalló las
protestas estudiantiles con una gran masacre de jóvenes, después de las
olimpiadas “México 68” ese año, el
presidente acabó con las protestas y hubo muchos desaparecidos y encarcelados.
1971 bajo la administración del mismo partido central, hubo otra gran masacre
otra vez de estudiantes llamada el Halconazo, otra vez en la ciudad de México. También
es preciso recordar las matanzas olvidadas,
de de aguas blancas, la de acteal y la violencia de estado constante al
atentar contra nuestra dignidad.
En el año 2000 con el
cambio de gobierno se tenía la seguridad de un cambio. Y los presidentes del
partido de derecha cumplieron su promesa de cambio con lo que nos han llegado
cada vez más problemas. Cada vez es más frecuente la palabra inseguridad,
secuestro, asalto, robo, asesinato, drogas, narco y en este clima de violencia
nos estamos deshumanizando. Cada vez somos menos capaces de sorprendernos, de
indignarnos, de reclamar y si alguien lo hace no falta quien lo critique
tratando de menospreciar el esfuerzo. Lo digo por cierto artículo que leí en el
periódico Excelsior en línea en donde se descalificaba el proceder de los
estudiantes.
Me refiero a lo que
pasa con el movimiento “Yo soy 132”. Este movimiento surgió como parte de la
defensa que muchos estudiantes hicieron ante la tergiversación de la
información que las televisoras mexicanas hacen hoy en día. En una universidad privada
muy prestigiosa del centro de la ciudad hubo una manifestación en contra del
candidato del añejo partido central llamado PRI. El problema está en que
ninguno de los candidatos tiene propuestas relevantes, hacen sus spots y
presentan sus proyectos y parece que van dirigidos a gente retrasada que
esperan que los sigan como zombis. Las televisoras insisten en mostrarlos
bonitos e inteligentes. El movimiento “yo soy 132” comenzó con desmentir la
información difundida por las televisoras haciendo un video con los chicos que
participaron y difundiéndolo por medio de youtube con lo que quedaron las
mentiras del candidato y las televisoras al descubierto.
Los movimientos de protesta y en general de cualquier índole,
se caracterizan por no tener organización en sus inicios. Algunas cosas que más
les critican es el uso de conceptos como “democratización de los medios” pero
en realidad aún cuando no exista (porque antes de ellos no lo había usado
nadie) ¿esa es la característica de las cosas nuevas no?
Es cierto que un movimiento así puede tener carácter electorero,
o aún puede prestarse para cumplir objetivos de otras figuras políticas, pero
cualquiera que sea el caso es importante señalar que la importancia que tiene,
es que estos jóvenes arriesgan sus vidas (lo digo por los procedimientos de
represión del Estado y que a la mayoría de la población nos tienen
atemorizados, apáticos e incluso algunos han aceptado el yugo) esto solo es el
reflejo de la situación de este país y del sentimiento de sus ciudadanos, los
que critican, los que estudian y los que exigen.
El movimiento “Yo soy 132” logró un debate presidencial en
el que las preguntas fueron más inteligentes y más directas que las organizadas
por el instituto tradicional. Pero creo que una deficiencia del movimiento es
no haber logrado la participación del candidato del PRI debido a que el origen del movimiento se declaró en su contra. Ahora hay
una nuevo ala de combate que se declara totalmente apartidista llamada “Generación
mx”, aún no se ve en acción pero espero tener noticias de ella pronto.
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